viernes, 17 de agosto de 2012

La Gloria siempre le pertenecerá


Viernes, 17 de Agosto de 2012 01:07
peron eva 2

La bruma del tiempo que a casi todo deteriora no ha podido ocultar la luz redentora de la inigualable EVA PERÓN…Su compromiso espiritual con los mas necesitados de nuestra Nación la condujo a ofrendar su propia vida para honrar la causa del General.
El Justicialismo grande y magnánimo en su brillante derrotero de verdad y justicia, se enalteció aún más por sus mártires y héroes, que generosos se enamoraron de la gran Causa Nacional. En el vértice más alto de la entrega y la solidaridad se encuentra la figura de la compañera Evita, auténtica Jefa Espiritual del pueblo argentino.
Así, recordamos como el 22 de agosto de 1951 en un multitudinario acto convocado por la Confederación General del Trabajo, Eva Perón, renuncia a los honores, no así a su lucha en favor de su pueblo y de la Patria toda. Ese día fue tomado con el gran ícono histórico del renunciamiento de Evita a los honores, pero jamás a la lucha que la caracterizó hasta su último aliento de vida.
Reproducimos algunos pequeños párrafos de su encendido discurso para que sirva de estímulo a la militancia política social toda:
“Es el pueblo, son las mujeres, los niños, los ancianos, los trabajadores que Están presentes porque han tomado el porvenir en sus manos y saben que La justicia y la libertad las impondrá únicamente teniendo al general Perón Dirigiendo a la Nación. Ellos saben bien que antes del general Perón vivían
En la esclavitud y por sobre todas las cosas habían perdido la esperanza de Un futuro mejor”…
(La multitud grita: "Evita con Perón, Evita con Perón.")
“Compañeros, compañeros. . . compañeros, compañeros
Yo no renuncio a mi puesto de lucha, renuncio a los honores. . . Yo me
Guardo, como Alejandro, la esperanza, que es la gloria de servirlos a
Ustedes y al general Perón”…
Eva perón, impregnó su bondad sin parangón a todo nuestro movimiento. En épocas que se difama, se miente y se desacredita a cualquiera con tal de obtener un beneficio o una “ganancia”, en momentos donde el mercantilismo capitalista atroz parece conducirnos a una vorágine consumista sin límites, es donde el testimonio de vida de Evita se agiganta aún más.
22 de agosto de 1951, ¡el día del renunciamiento! Tendremos que recordar más frecuentemente las epopeyas del justicialismo. Ya que si continuamos evocando nuestros picos de gloria podremos crear un círculo virtuoso, en donde todos nos sentimos llamados a realizar un esfuerzo mayor a favor de nuestros semejantes.
El peronismo posee su rica liturgia, su propia crónica secreta de episodios de entrega tras el telón de la oficial historia. El justicialismo una fuerza que aún se encuentra en ebullición, como un volcán que todavía no hizo erupción.
Para finalizar nada mejor que evocar algunas de sus máximas que son doctrina en acción de un corazón peronista que sigue latiendo poderosamente:
"Si este pueblo me pidiese la vida, se la daría cantando, porque la felicidad de un solo descamisado vale más que toda mi vida"
"Yo no quise ni quiero nada para mí. Mi gloria es y será siempre el escudo de Perón y la bandera de mi pueblo. Y aunque deje en el camino jirones de mi vida, yo sé que ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria"
Con profundo cariño y humildad recordamos a la COMPAÑERA EVITA, a la cual LA GLORIA SIEMPRE LE PERTENECIÓ.

Máximo Luppino

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